lunes, 5 de agosto de 2019

Autoestima

Hace años yo no era capaz de enseñar mi cuerpo. Siempre he estado por encima de mi peso (cuando digo "gorda" algunos me recriminan pero al final es lo que soy, no me lo tomo como insulto pero bueno, seré políticamente correcta ahora) y nunca me he visto guapa, por lo que en mi mente pensaba: ¿para qué voy a arreglarme si voy a estar igual de mal?
A estos pensamientos no ayudó que mi primer novio fuera un cabrón maltratador, que me hizo creer que nadie iba a quererme nunca entre otras muchas cosas, pero bueno, lo dejo como pincelada y sigo. 
Nunca he sabido maquillarme y lo de la moda es algo que no va conmigo. Y con moda me refiero a la ropa, porque "ir a la moda" es algo que ni siquiera me planteo. Pero nunca he sabido qué ropa puede quedarme bien (aun dentro de mi propio estilo), qué corte de pantalón, qué escote o qué nada. Yo me ponía ropa ancha, que me tapara el cuerpo y no marcara nada y palante. 
Mi poca autoestima llegaba al punto de que si me acostaba con alguien tenía que ser con la luz completamente apagada para que no me vieran desnuda o, mejor dicho, para no verme a mí misma. 

Y en un momento de mi vida entraron tres factores en juego, los tres a la vez:

- Me separé de mi pareja, por lo que en ese momento, hablando mal, estaba en el mercado. Podía ligar y de hecho lo hacía, tenía no sé ni cuántas apps a la vez instaladas y mi agenda llena (si estabas en aquella época, lo siento si te sentiste un número). Al principio me costó mucho el hablar con muchos tíos a la vez, por un lado porque yo nunca había ligado en mi vida, yo había sido de una sola pareja y vida tradicional y lo de los ligues pensaba que no iba conmigo; y por otro, porque no creía que realmente yo pudiera atraer a nadie, y menos por una app que lo primero que llama es el físico. 
Pero sí, atraía. Dirás, eres una tía, todas las tías ligan en apps. Pues también es verdad. Pero también es verdad que hay gustos para TODOS y siempre le vas a gustar a alguien. A lo mejor para ti soy una gorda de mierda pero para otro soy una chica con curvas donde perderse, a saber. A lo mejor a ti te gustan los tíos fibrados de gimnasio, pues a mí me gustan los gordos. Cuando entendí que por supuesto que iba a gustar por mi físico porque no todos tenemos el mismo gusto y a alguien le gustaría, empecé a aprovecharlo. Había quien consideraba que yo estaba buena, y si ellos lo pensaban, ¿por qué no iba a pensarlo yo?

- Conocí a una persona muy especial. De hecho ya la conocía pero no al nivel de ese entonces. Por aquel momento era la amiga de un amigo, que vino un fin de semana a Barcelona ya que no vivía aquí y quería cenar conmigo. Me extrañó y tengo que decir que no las tenía todas conmigo, pero al final me animé y fui. Resultó que no iba a cenar solo con ella, sino con otras 8 personas más (ansiedad social infinita) y después ir de fiesta. Me puse unos pantalones largos (sólo me asomaban los tobillos, qué a tope iba yo) y una camiseta de manga corta que si se ponía estratégicamente se veía escote pero sino... tapaba todo. Y esta persona, que apenas nos conocíamos pero que me trató como si fuéramos amigas de toda la vida, me tocó las tetas para ponerme la camiseta, me hizo bromas sexuales y me llevó de fiesta por primera vez en mi vida con 28 años. Pero no solo eso, sino que me ayudó a sacar partido a la ropa que yo tenía, me ayudó a comprarme ropa que me favoreciera y a aprovechar mi cuerpo tal cual era. A lo mejor para otros les parecerá una tontería, pero para mí fue un logro ponerme shorts todo ese verano, salir de fiesta en shorts y escote, y que no me diera ningún tipo de vergüenza. 

- Empecé a hacer fotografía erótica. No sé en qué momento me saqué la primera foto ni por qué (tengo algún recuerdo pero tampoco viene a cuento xd) pero me sentí bien. Y vinieron otras más, y cada vez me sentía más a gusto viéndome desnuda, se me ocurrían ideas para nuevas fotos y sesiones, me compraba lencería... y empecé a compartirlas. Al principio con muchísima censura y cada vez un poco menos. No sabéis lo que me ayudó hacer eso, lo bien que me sentía, lo guapa, lo... no sé, era gratificante. Estaba haciendo algo que me gustaba, que me hacía sentir bien, que me entretenía y además cuando lo compartía a la gente le gustaba también.
Se me criticó también, y sé que la mayor parte fue a mis espaldas, pero sinceramente, es que me la suda. Estoy haciendo algo que me gusta y que me ayuda y no le hago daño a nadie. ¿Quieres pensar que soy una guarra? Adelante, eres libre. 
Hacer esto también me ha ayudado a no darle tanta importancia al cuerpo, a que es simplemente piel, solo que la hemos sexualizado tanto que creemos que se debe ocultar, pero no es nada malo. Pero sobre todo me ayudó a aceptarme, a quererme, a ver que lo que yo tengo no es malo, todo lo contrario, como ya vi con las apps de ligar, también yo puedo gustar aunque con kilos de más, y no hay problema en ello. 


Luego ha habido otros pequeños empujones, como ir a una playa nudista: estar desnuda delante de mucha gente que también lo está y que a nadie le importa si enseñas o no, es el punto ideal. Nadie te mira pensando en sexo, de hecho, nadie te mira, al contrario de lo que mucha gente puede creer. 


Aunque mucha gente crea que no me quiero, que no me acepto, que me machaco mucho o que soy muy autocrítica conmigo misma y con mi cuerpo, puedo asegurar que mi yo de hace dos o tres años no tiene nada que ver con la actual, y estoy orgullosa de lo que he conseguido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario