Normalmente cuando alguien se queja de su cuerpo, de que no se ve bien consigo mismo/a, lo primero que oímos (o decimos) es que si no te gusta eso de tu cuerpo, cámbialo: ve al gimnasio, haz deporte, dieta, muscula, haz ejercicios concretos para esa forma del cuerpo... Si no te gusta la forma de tus ojos, maquíllate para resaltar otra cosa, si no te gusta tu frente déjate flequillo... Y para mí este planteamiento está mal.
No me parece mal que alguien haga deporte o dieta, o cambie de look, me la suda tremendamente, lo que me parece mal es hacer cualquier cosa que sea cambiarte a ti mismo antes que aceptarte.
No está mal ponerte ropa que te favorezca o un peinado acorde a tus rasgos, y si tienes problemas con la alimentación puedes cuidarlo, sobre todo porque sino el problema de la aceptación va a venir siempre contigo porque tu cuerpo estará cambiando constantemente de peso, pero lo primero es trabajar la mente, la parte psicológica, el autoestima.
Es necesario quererse a uno mismo tal y como somos. Todo lo que decimos que tenemos que cambiar o que no nos gusta no es porque a nosotros en si no nos guste, sino porque pensamos (aunque no nos demos cuenta) que no encajamos en el estándar de belleza que se ha impuesto en ese momento. Nos queremos autoconvencer de que somos nosotros los que mandamos y que no nos gustamos a nosotros mismos pero... si no hay ningún problema de salud, ¿por qué cambiarlo? Entiendo cuando alguien tiene un problema de obesidad y le influye en las articulaciones o en el funcionamiento de su cuerpo, o si tu nariz está desviada y no te deja respirar... Eso entiendo que quieras modificarlo, por supuesto, hablamos de calidad de vida. Pero tener poco pecho no te dificulta la vida, o tener mucho pelo en las piernas o los labios finos.
Para mí (recalco siempre que es mi opinión) cualquier cambio estético de este tipo (principalmente los que son necesarios pasar por un quirófano) me parece el camino rápido pero no el definitivo. Si tiras siempre de dinero y operaciones, siempre habrá algo que quieras cambiar (no en vano hay adicción a las operaciones de estética, y poca gente se opera solo de una cosa).
Yo decidí trabajar en mi mente, en aceptarme. Sé que no soy perfecta y en eso consiste la aceptación, en saber tus puntos fuertes y tus puntos débiles y poner más énfasis en los primeros.
Cuando pensaba en escribir esto, me planteaba otra opción... yo escogí el camino del autoestima físico, de vivir en paz con mi cuerpo, pero a lo mejor podría haber elegido también el encontrar mis puntos fuertes en otros rasgos y no centrarme en el físico. Quiero decir, el plantearme por ejemplo, ¿se me da bien hacer algo? ¿Qué cualidades tengo como persona? Darle más importancia al comportamiento y la forma de ser y dejar en un segundo plano el físico, que a fin de cuentas no vale más que para que te miren.
Si se me da bien cocinar, o escribir, o las matemáticas o la jardinería por poner ejemplos, pues dedicarme a ello, mejorar en eso, hasta sentirme orgulloso de mí mismo.
Como decía en el otro post, siempre habrá alguien a quien le gustes, por lo que eso no nos debería preocupar en exceso. Si no lo hemos encontrado aún, no implica que no vaya a aparecer nunca (que es uno de los errores más comunes).
En resumen, creo que primero debemos hacer un autoanálisis, pensar realmente si lo que creemos que está tan mal en nuestro cuerpo corresponde a la realidad, intentar aceptarlo sea de la forma que sea (a mí me funcionaron las fotos, cada uno debe encontrar su manera) y poder vivir en paz. Creo que la vida nos da suficientes problemas como para ponernos más a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario